La saga cinematográfica de Blade, creada por Marv Wolfman y Gene Colan en 1973, nos presentaba a un personaje que, con el paso de los años, se convertiría en un icono del cine de acción y terror. Wesley Snipes daría vida a este cazador de vampiros en una trilogía que, aunque no fue el mayor éxito de taquilla, sí que dejó huella en los seguidores del género. En 2006, se decidió llevar el personaje a la pequeña pantalla con una serie de televisión que, a pesar de las expectativas, no convenció a los fans.
La serie de Blade
La serie de televisión de Blade fue estrenada en el canal estadounidense Spike TV en 2006. La trama seguía a Blade, interpretado por Kirk «Sticky Fingaz» Jones, en su eterna lucha contra los vampiros y la organización que los controla. A pesar de que la serie comenzó con una crítica positiva por parte de los medios y de los seguidores de la saga, no tardó en empezar a perder audiencia a medida que avanzaban los capítulos.
El cambio de actor
Uno de los principales problemas de la serie de Blade fue la sustitución de Wesley Snipes por Kirk Jones en el papel principal. A pesar de que Jones hizo un buen trabajo interpretando al personaje, era difícil para los fans aceptar a cualquier otro actor que no fuera Snipes en el papel de Blade. Además, la interpretación de Jones no terminó de convencer a los seguidores más acérrimos de la saga.
El formato de la serie
Otro de los problemas que tuvo la serie de televisión de Blade fue el formato en el que se presentó. A diferencia de las películas, que tenían una duración de alrededor de dos horas, la serie tenía capítulos de una hora de duración. Esto significaba que la trama debía alargarse mucho más de lo necesario, llevando a situaciones en las que la tensión se diluía y la atención del espectador se perdía.
La falta de acción
Una de las características principales de las películas de Blade era su acción frenética. La serie de televisión, en cambio, apostaba más por el drama y la intriga, lo que decepcionó a los seguidores de la saga que esperaban ver al cazador de vampiros luchando contra hordas de criaturas malvadas. Si bien es cierto que la serie tenía sus momentos de acción, estos eran escasos en comparación con las películas de la trilogía.
La trama compleja
La trama de Blade, tanto en las películas como en la serie de televisión, es compleja y requiere una cierta atención para poder seguirla con facilidad. Sin embargo, en la serie de televisión se introdujeron muchos personajes y tramas secundarias que en ocasiones resultaban confusas. Esto llevó a que muchos espectadores perdieran el hilo de la historia y abandonaran la serie.
La falta de continuidad con las películas
Si bien es cierto que la serie de televisión de Blade se presentó como una secuela de las películas, lo cierto es que no había mucha continuidad en cuanto a personajes y trama se refiere. De hecho, algunos seguidores de la saga llegaron a considerar la serie como una especie de reboot de las películas, lo que les decepcionó en cierta medida.
Las expectativas demasiado altas
Por último, una de las razones por las que la serie de Blade no gustó a los fans fue porque las expectativas eran demasiado altas. La trilogía de películas, aunque no fue la mayor obra maestra de la historia del cine, sí que se convirtió en un clásico del género y dejó al público con ganas de más. La serie, por desgracia, no estuvo a la altura de esas expectativas y decepcionó a muchos seguidores de la saga.
- Cambio de actor
- Formato de la serie
- Falta de acción
- Trama compleja
- Falta de continuidad con las películas
- Expectativas demasiado altas
Conclusión
En definitiva, la serie de televisión de Blade no logró convencer a los fans de la saga, que esperaban más acción, más continuidad con las películas y una trama más sencilla de seguir. Aunque la interpretación de Kirk Jones fue correcta, la ausencia de Wesley Snipes en el papel principal y el formato en el que se presentó la serie no lograron emocionar a los seguidores del personaje.
